Hace unas semanas leí un artículo sobre que a raíz de todo esto del Covid-19 y la educación a distancia ha provocado malentendidos entre los padres y maestros. Y aunque si bien puedo estar de acuerdo, no lo estoy del todo. La razón de esto es simple, soy de los que pienso que los malentendidos entre los padres y los maestros han existido desde hace mucho tiempo. Desde que los padres les han quitado autoridad a los maestros.
Cuando muchos de nosotros estudiábamos, nosotros teníamos dos figuras que eran importante y que se merecían nuestro mayor respeto, era los padres, pero también los maestros. Nuestros padres nos enseñaban que los maestros se respetan y no solo eso, si el maestro le daba una queja a mi mamá sobre algo que yo hubiese hecho, olvídate, me habían sentenciado a la muerte. La palabra del maestro valía mucho en mi casa. Pero, eso lamentablemente se ha perdido y eso es lo que ha provocado lo que tenemos hoy en las escuelas.
¿Qué tenemos en las escuelas?
Los padres que insultan a los maestros cuando salen mal: No sé, pero por alguna razón los padres piensan que cuando un estudiante sale mal en una clase es culpa del maestro. Yo he tenido padres en mi oficina diciéndome, pero “míster” es que como mi nene salió mal, y yo les digo, papá en dónde estuvo durante todo el semestre cuando le envíe notificaciones, mensajes de que su hijo andaba mal en mi clase, y ahora al final usted viene a reclamarme la nota. Tenemos que transformar nuestro vocabulario, los maestros no colgamos a los estudiantes, los estudiantes se cuelgan, yo no me invento las notas, yo les escribo en el registro las notas que ellos obtienen. Así que, padres que me estás leyendo, no es culpa de los maestros si un estudiante sale mal en nuestras clases. Nosotros hacemos nuestro trabajo de avisarle cuando las cosas no marchan como deberían, hacemos el trabajo de todos los días instruir al estudiante, pero nosotros no vivimos en casa del estudiante para asegurarnos que repasen.
Pensar que es responsabilidad de las escuelas educar: uno de los grandes problemas que hemos tenido tiene su raíz cuando se le cambió el nombre del Departamento de Instrucción Público al Departamento de Educación. Porque con este cambio le quitamos la responsabilidad a los padres de educar a sus hijos, con los aspectos de educación, valores, respeto; estos aspectos no deben aprenderse en la escuela, se deben aprender en la casa. La escuela debe ser responsable de la instrucción de las materias, español, matemáticas, estudios sociales, ciencias, inglés o cualquier otra materia que entendamos que son eficiente para los estudiantes (de esto hablaré el miércoles).
Esto también trae consigo que los maestros tengan que disciplinar en el salón por cosas que deberían corregirse en la casa. En el mundo ideal, el magisterio lo que deberíamos hacer es, si yo como maestro observo una situación de conducta, se lo notifique a los padres y sean ellos quien disciplinen al niño en la casa y sea tratado de la misma forma en la escuela. Pero como esto no ocurre al menos debería ocurrir…
Si un maestro le quita privilegio en el salón, los padres hagan lo mismo en casa: lo que quiero decir con esto es que, si el estudiante le faltó el respeto a un estudiante, y yo decido que tengo que quitarles privilegios, los padres y yo hablemos el mismo idioma y también le quiten privilegios en la casa.
Los padres deben reforzar lo aprendido en clase: un error que comenten muchos padres es no reforzar lo que ha aprendido en la escuela. Algunos padres de estudiantes que están en escuela superior creen que porque son grandes ya no tienen que hacerlo más, y eso es un grave error. Como padres puedes ir dándole confianza, según vayan demostrando que así pueden hacerlo.
Esta tarea, los padres debieron hacerla desde siempre y tal vez en algunos casos no hubiese sido tan complicado la transición a la virtualidad, y digo algunos casos, porque sé que algunas instituciones educativas y algunos maestros solo dieron trabajo, pero esa fue la minoría.
No hables mal del maestro a sus espaldas: Un error que cometen muchos padres es pensar que hacen un bien hablándole a sus hijos mal del maestro. No hay nada más lejos de la realidad, el estudiante pensará que tiene razón para faltarle el respeto al maestro.
En conclusión, los malentendidos entre los padres y los maestros ocurren desde hace un tiempo y no es una situación de ahora, sino que esta crisis ha permitido que nos demos cuenta de está problemática.
Recuerda siempre, que en Educoaching les podemos ayudar en consultorías con temas de educación. Nos pueden escribir a info@educoachingpr.com o nuestro WhatsApp (787)322-3625.
