6 Consejos prácticos para tener éxito en una clase dirigida

Hoy les estaré ofreciendo unos consejos para hacer más efectivo nuestra clase dirigida.

Antes quiero comenzar hablándote a lo que me refiero con una clase dirigida. Una clase dirigida es cuando nosotros los maestros estamos pasando nuestro conocimiento a nuestros estudiantes. Es decir, ofrecemos una clase tipo conferencia.

Mucho se ha hablado de que este tipo de estrategia no funciona. Y aunque esto es cierto, pero esa verdad está a medias. Esto tipo de estrategia es funcional, sin embargo, es necesario que apliquemos unos consejos prácticos.

6 Consejos prácticos para una clase dirigida:

El maestro debe introducir las lecciones. Es bueno que los maestros hagan una introducción y un resumen de lo que se va a estar enseñando en ese día. Porque lo estudiantes pueden prepararse para lo que les espera.
Organizar las lecciones correctas. En el episodio anterior, el número 15. Hablamos que debemos organizar las lecciones de forma lógica. Aumentando la intensidad y recomiendo que si la enseñanza de ese día necesita conceptos anteriores. Es bueno repasarlos, aunque sea de forma breve. Es recomendable que está estrategia sólo se utilice para momentos puntuales, o sea, no debemos abusar de esta estrategia.
Utilizar una voz clara y confiada. Nuestros estudiantes tienen que entender lo que estamos diciendo. Y deben confiar en la información que le estamos ofreciendo.
Acompañar con el contacto visual. Y ahora que estamos en la virtualidad aún más. Y el contacto visual, no es mirando nuestra imagen en la pantalla. Es mirar la cámara. Si miramos la cámara, nuestros estudiantes tendrán la sensación que los estamos mirando a los ojos.
Ilustrar con ejemplos significativos. Y si es posible con ejemplos de la vida real. Esto ayudará a nuestros estudiantes a entender la pertinencia de lo que estamos enseñando.
Terminar con un resumen apropiado de la clase. Esto ayuda a consolidar la información en el cerebro de nuestros estudiantes. Cómo decía un profesor mío cuando estudiaba teatro pasarlo de tenerlo pegado con chicle a tenerlo fijado en nuestro cerebro.