Lo que aprendí de la educación con la pandemia del Covid-19. La pandemia ha sido una de las escuelas que más he aprovechado en mi carrera magisterial. Y quiero contarte algunas cosas que aprendí de esta situación tan complicada, pero que a la misma vez me permitió crecer profesionalmente.
La educación es un trabajo compartido:
Aunque vivimos en un país en donde cada vez le quitamos más las responsabilidad a los padres y se la damos a la escuela (que es un error); el trabajo de educar es un trabajo compartido. Los padres tienen que asumir su espacio y responsabilidad; al igual que los maestros. La parte de enseñar la materia, es mi responsabilidad, pero es responsabilidad del padre asegurarse que el estudiante sea responsable con la entrega de sus trabajos.
Yo espero que este proceso de la pandemia implique un mayor compromiso del padre en donde haga equipo con el maestro. En las orientaciones de admisión al colegio, yo le digo a los padres que esto es un trabajo en equipo, si uno de los dos lados no hace su trabajo el verdadero perjudicado es el propio estudiante.
Los nativos digitales no conocen cómo usar la tecnología para la educación.
Yo creo que uno de los grandes errores que cometimos los maestros (yo me incluyo) es asumir que los estudiantes por ser nativos digitales dominan todas la tecnologías. Es por esto, que es necesario que cada vez más preparemos a los estudiantes en el uso correcto y responsables de la tecnologías.
Invertir mucho tiempo en planificación, pero poco tiempo en capacitarme.
Muchas veces como maestros invertimos mucho tiempo en planificar, en corregir, pero no le dedicamos la misma pasión a aprender. Cuando vemos en países como Filipinas, los maestros invierten más tiempo en capacitación que en sus tareas como docentes. La razón de esto es simple, cuando conozco a profundidad (no un conocimiento superficial o vago) la tecnología, ahorro mucho tiempo en planificación y corrección. Esa fue mi experiencia tanto conmigo, como con los maestros de mis clientes. A la medida que se capacitaban y conocían mejor la tecnología, disminuía el tiempo dedicado a esas tareas.
Para capacitarnos no necesitamos invertir mucho dinero o matricularnos en cursos o programas costosos, muchas veces sólo practicar con la plataforma nos ayuda a economizar tiempo.
La queja mayor de los padres es que no sabían cómo estudiar con sus hijos, pero la realidad es mucho más triste, no es que no sabían como enseñarles, es que habían aprendido a pasar tiempo con sus hijos. Es triste revelar esto, pero es la realidad. Al crearse el departamento de educación los padres aprendieron a no pasar tiempo con sus hijos y tomarse eso como bueno. La pandemia regresó como un elemento imprescindible la familia y los tiempos de calidad.
El fallo del sistema educativo.
¿Qué estamos enseñando en nuestro sistema educativo? Cuando yo tenía padres preguntándome material para poder ayudar a sus hijos. No sabían términos o conceptos que debieron de ellos aprender en la escuela. Y esto tiene que ver con una realidad que planteo en mi próximo libro (puedes registrarte aquí para que seas de los primeros en recibir la notificación para comprar el libro), que no estamos educando para la vida, sino para aprobar exámenes.
Te invito a que reflexiones sobre lo que aprendiste en esta pandemia y cómo te ha ayudado a crecer como maestro. Te pido que los compartas con nosotros en los comentarios. El ser maestro es toda una aventura en la que se crece día tras día y te insto a compartir esas experiencias con todos.
